jueves, 14 de octubre de 2010

Rincón del Arrecifes

EL RINCON DEL ARRECIFES. VALORACION PATRIMONIAL CULTURAL Y AMBIENTAL
Rincón del Arrecifes:

“Peatonal de la identidad”

Rescate de un paseo cultural y ambiental para todos…
Informe de: Miguel A. Germann, Lucia Liaudat y Alicia H. Tapia

El 4 de febrero 1856 los consejeros municipales Luis Villanueva, Francisco San Martín, Lino Piñeyro y Pedro Alonso firman el Acta de donación de tierras comunales a cinco familias de inmigrantes friburguenses originarios del distrito de Veveyse, comuna de Châtel-St-Denis, Suiza. En dicha Acta de donación de tierras a los colonos se expresa:

“(…) han empezado por hacer estas donaciones a varias familias Suizas, por fracciones de doscientas varas de frente por trescientas de fondo[1], en el sitio denominado Rincón de Arrecifes, en la costa del río de ese nombre, dejando entre una y otra (…), una calle de veinte varas de ancho cuyos costados deben poblar de arboledas los agraciados, que son los siguientes: D. Juan Mer [Jeanmaire], D. Juan Genoud, padre, D. Ignacio Genoud, D. Casimiro Genoud, D. Casimiro Genoud, D. José Cardinaux, D. José Liaudat, padre, D. pedro Liaudat, D. Juan Luis Chollet, D. José CArdinaux, padre y D. Jaime Cardinaux” (Acta de donación de tierras. Libro de acuerdos nº 1, pág. 1, Archivo de la Intendencia Municipal de Baradero).

En la Figura 1 se muestra un fragmento del Plano relevado en el año 1868 donde se detalla la distribución de las parcelas otorgadas a los colonos suizos en el Rincón del Arrecifes con el trazado de las calles vecinales, la ubicación aproximada de los sectores destinados a las instalaciones (viviendas, corrales, quinta, etc.) y el nombre de los propietarios.



Figura 1: Plano con la distribución de parcelas otorgadas a los primeros colonos suizos en el Rincón del Arrecifes. Los puntos oscuros indicarían la ubicación de los sectores construidos.


Acorde con el contexto socio histórico de mediados del siglo XIX y de las ideas políticas que proliferaban en el país favoreciendo la colonización de tierras por parte de los inmigrantes europeos, las únicas condiciones que se les solicitó cumplir a las familias pioneras de colonos suizos en sus parcelas fueron: “(…) roderarlas de un foso, plantar árboles y de construir una habitación ad libitum (…)” (Carta de los Archivos Federales de Berna, E2 2095, del 12/02/1958, citado de Mauron 2006:48). Alrededor de ocho meses a un año después de la fundación, de acuerdo con la documentación escrita de diversa índole que corresponde al funcionamiento de la colonia, los colonos ya habían cumplido con tales condiciones y para las familias había comenzado un creciente bienestar y afianzamiento económico.

En la actualidad, a 150 años de aquella colonización pionera, un sector de la parcela original otorgada a la familia Liaudat en 1856, aún continúa perteneciendo a los descendientes de los colonos suizos José y Pierre Liaudat. Con el transcurso del tiempo, otros sectores de las tierras incluidas dentro del espacio del Rincón del Arrecifes han sido parcelados y alambrados de acuerdo con el fraccionamiento y venta de lotes a diferentes dueños. En estos terrenos no existen vestigios estructurales -visibles en superficie- de las instalaciones rurales de los primeros colonos; no obstante, han quedado algunas evidencias del impacto ambiental que sus actividades colonizadoras produjeron sobre el paisaje nativo. En las figuras 2, 3 y 4 se muestran varios ombúes de gran tamaño que son muestras relictuales de la forestación realizada por los colonos y que respondían a las condiciones exigidas de plantar árboles. En especial, tales figuras muestran la existencia de un alineamiento longitudinal de los grandes ejemplares el cual respondería al trazado original de las calles vecinales.



Figura 2: ombúes de gran tamaño que formaron parte de la forestación
original de calles en la colonia suiza del Rincón del Arrecifes



Figura 3: Se observan algunos ombúes de gran tamaño alineados y en su posición original
bordeando el trazado de una antigua calle. Existen varios retoños que crecieron cerca de sus raíces o
en los alrededores y que fueron colonizando los espacios de la calle original.




Figura 4: en la imagen de la izquierda se observan las raíces al descubierto de un antiguo ombú derrumbado. Sobre esas raíces siguen creciendo retoños en la actualidad. En la imagen de la izquierda se observa el mismo proceso de crecimiento de retoños sobre las raíces de los ombúes originales.


Además de los ombúes alineados existen otras evidencias de la actividad antrópica o intervención humana en la modificación del paisaje natural. En la figura 5 también se observa un particular alineamiento de la vegetación donde había un antiguo alambrado que ya no existe y que separaba una parcela con árboles – probablemente un sector destinado a viviendas- de otra parcela lindera que se conserva libre de vegetación añeja y que probablemente estaba destinada a las actividades agrícolas.




Figura 5. alineamiento de vegetación muy tupida que separa un terreno con vegetación
muy escasa formada por pequeños talas que han comenzado a desarrollarse recientemente.


Otros indicios de la construcción social del paisaje que han legado las actividades de los primeros colonos en el Rincón del Arrecifes, son las plantas autóctonas que generalmente acompañaban la instalación de las viviendas rurales tales como un grupo de antiguas higueras (higuera común es Ficus carica, el sicomoro, Ficus sycomorus) y la presencia de una variedad de cactáceas, del genero Mammillaria melocactus delessertianus utilizada para construir cercos (Figura 6).




Figura 6: en la imagen de la izquierda se muestra un conjunto de higueras añejas
con retoños recientes y en la imagen de la derecha un grupos de cactáceas de gran porte.


Como indicador de la conservación de algunos ejemplares de plantas nativas en el sector de las parcelas que probablemente estaban destinadas a la instalación de las viviendas, se destaca la presencia de algunas plantas de tala de gran tamaño (Celtis tala) (Figura 7)



Figura 7: en primer plano se muestra una tala antiguo de gran porte ubicado cercano al sector donde se encuentran las higueras. Podría tratarse de plantas nativas conservadas para sombra en el sector de viviendas.

En la Figura 7 se muestran los vestigios materiales de una porción de alambrado construido con postes de madera muy dura, quizá ñandubay PROSOPIS NIGRA, es de los más respetados árboles entrerrianos, el más característico de los montes charrúas, centenario, de madera muy dura, usada para postes de luz y alambrados, leña y carbón, vías de ferrocarril , corrales y construcciones , es sumamente melífero y se lo tala indiscriminadamente. y alambre de notable grosor probablemente importada.




Figura 7: esta pieza se exhibe en el Museo de la Casa Suiza de la ciudad de Baradero. En la imagen de la izquierda se muestra el fragmento de alambrado constituido por tres postes que se mantienen unidos por tres hiladas de alambre. En la imagen de la derecha se muestra el detalle de la unión del alambre a cada poste.

Los diferentes aspectos ambientales que se han detallado constituyen indicadores de la construcción social del paisaje generada a partir de la instalación de los primeros colonos suizos. Se trata de evidencias materiales significativas que deberían ser preservadas para la construcción de la memoria histórica local, la transferencia a la comunidad y el uso social como patrimonio cultural y ambiental de la ciudad de Baradero.




Bibliografía citada:

Mouron, Christophe.
2006. La reencarnación de Helvetia. Historia de los suizos en Baradero (1856-1956). Sociedad Suiza de Baradero. Association Baradero- Fribourg, El Ateneo, Buenos Aires












Camino Protegido
Ubicación del Camino Protegido en el Rincón del Arrecifes “Peatonal de la Identidad”
Camino Protegido

Plano de las chacras que se establecieron y formaron la colonia suiza en Baradero (1868).


Casa de la Familia de Santiago Roth – (1860) Colonia Suiza (material inédito)


[1] La vara es una unidad de medida que fue usada en Europa hasta 1840 y aproximadamente equivale a una longitud de entre 1.18 y 1.20 metros. De acuerdo con ello, a cada colono le habrían entregado parcelas que tenían una superficie de 8 ½ hectáreas o bien 86.400 m2 (Mauron 2006)